miércoles, 28 de octubre de 2015

Ruidos nocturnos y otras peculiaridades de los recién nacidos

La llegada de un recién nacido es un acontecimiento extraordinario para toda la familia. Sin duda para los padres es uno de los hechos vitales más emocionantes que van a tener en sus vidas. 

Sin embargo es también una época muy cansada, que a veces rompe radicalmente con la vida llevada hasta el momento. El cansancio intenso choca con el estado de hiperalerta en el que sin embargo suelen estar las madres. Es curioso cómo algunas que hemos dormido como troncos la mayor parte de nuestras vidas, luego somos capaces de detectar el mínimo sonido o movimiento que hace el bebé, a pesar de estar rendidas y estar funcionando diariamente con muy pocas horas de sueño en la cuenta de resultados.

Muchas familias se hacen con intercomunicadores de última generación sin saber que por lo menos por la noche, poco los van a necesitar en realidad más que para tener sentimiento de seguridad.



Yo recuerdo despertarme con frecuencia al menor ruido. De hecho todavía me pasa cuando alguna de mis hijas (como me ha pasado esta noche pasada, en que la pequeña estaba con fiebre) se mueve más de lo normal o habla por la noche, como si un sexto sentido se activara a pesar de que haya distancia física.

Como os decía por la noche me pasaba -y me consta que le pasa a muchos padres recientes- que me despertaba a la mínima. Uno de los ruidos que me hacían despertar es un ruido muy peculiar que hacen los bebés al dormir, especialmente las primeras semanas de vida. Es como un gorjeo, un ronroneo, a mí me recuerda a escuchar gatitos. El otro día una familia me hizo reír diciendo que más que un gatito su bebé "parecía un caballo", de la intensidad que tenía el ruido. Ronroneos, balbuceos, pequeños suspiros, son habituales y normales en el recién nacido y el lactante pequeño y no deben alarmarnos. No significa que exista ningún tipo de problema al respirar (aunque es cierto que si por causalidad tiene mocos, el "concierto" va a ser bastante más sonoro).


En lo referente a la respiración, también existe un fenómeno peculiar que es la respiración periódica. El prematuro la hace con mucha frecuencia y los recién nacidos a término, a veces durante el sueño. El bebé realiza una pausa respiratoria cortita, que no suele durar más de 5 segundos y después está otros 10 ó 15 segundos respirando muy rápido. No suele significar tampoco patología aunque en el momento de la "pausa" más de uno se lleva un susto.

Dentro del grupo de los reflejos, los recién nacidos tienden a estornudar bastante. ¡No significa que estén resfriados! También son muy reactivos a cualquier ruido o cambio de posición, e incluso sin causa aparente, hacen movimientos espasmódicos con los brazos y las piernas como si se asustaran y dieran un pequeño bote.


Y no nos olvidemos del hipo. Casi diario en muchos casos. Por incoordinación transitoria del diafragma, que es un gran músculo que participa en los movimientos respiratorios y que separa la cavidad torácica del abdomen, que es tan prominente en los bebés.


Por último y mucho más "agradable" para todos, los bebés son capaces de imitar alguno de nuestros gestos. Ponlo cerca de tu cara y sácale poco a poco la lengua o abre la boca muy grande. Verás como es capaz de hacer lo mismo que tú como si se estuviera mirando en un espejo. También es simpática la mueca o sonrisa social, a veces porque te empieza a conocer y en otras ocasiones simplemente como reflejo o muestra de placer.... (muy típico cuando acaba de comer y se queda medio en éxtasis...).


Casi todos estos fenómenos, normales y habituales, van desapareciendo progresivamente y no deberían ser motivo de alarma, más bien signo de buena salud y normalidad en el bebé.




Fuente: Diario de una mamá pediatra.



lunes, 26 de octubre de 2015

Hacer memoria. Hacer Historias.

Claudia Moya Dabed
Psicóloga Clínica Infantil
Profesional de Apoyo Fonoinfancia
Memorias, vínculos, historias.
Una tarde de otoño, caminaban madre e hija por el parque, sintiendo una suave brisa en sus caras y jugando con las hojas secas que se desprendían de los árboles. Un aroma interrumpe el trayecto de ambas y la madre pregunta a su hija: “¿sientes ese olor?”, al mismo tiempo que le cuenta como éste la transportó a su infancia y recordó cuando paseaba con su abuela que ya no está. Este párrafo ejemplifica como la memoria genera vínculos a través de los recuerdos de una madre que entregando un relato hace partícipe a su hija de su historia y puede conocer algo más de su abuela. Es necesario crear una ética que tiene por base que la memoria de los niños y niñas está hecha de los vínculos que han establecido a lo largo de la vida, así como de los recuerdos que en forma compartida pueden construir, almacenar y organizar junto a sus adultos significativos. Ocuparse de los niños y niñas es un imperativo porque nos compromete a todos. Cuando lo hacemos le damos un lugar a la memoria y a la verdad. La infancia es un espacio para pensar en el cuidado que hace falta para la construcción de quienes somos como sociedad.
papahijo (9)Todos somos parte de una historia y aportamos a ésta, lo que cada uno hace, dice o siente se registra en un gran continente que supera la propia vida y nos hace pertenecientes a una comunidad. Con nuestros recuerdos constituimos vínculos, al recordar favorecemos la unión con otros constituyendo así, una memoria común, una memoria colectiva. Creamos una historia individual, familiar, escolar, una historia de país, de continente y de mundo. La memoria contribuye a la creación de los que somos y lo que serán nuestros niños y niñas.

“La memoria individual de cada sujeto se encuentra, primero, en el otro, lo que somos o hemos sido en la primera infancia es un recuerdo prestado, que, de ser relativamente apegado a la realidad efectivamente vivida, le da coherencia y sentido a nuestro presente”. “La memoria del niño es la memoria del otro”.(Marchant, 2014).
La memoria del niño o la niña es la memoria del otro, es decir, los adultos significativos que  acompañan a los niños/as durante sus primeros años de vida aportarán con recuerdos que éste o ésta requerirán para su constitución subjetiva. Es así como los adultos transmitirán, entregarán, donarán, traspasarán, comunicarán fragmentos de historia a los niños y niñas  a través de relatos, fotografías, olores, escrituras, canciones, cuentos, texturas y tantos otros medios imaginables  posibles.
Por esta razón, es vital la función de transmisión que los adultos generen. La ausencia de recuerdos, el silencio, los secretos y las omisiones, respecto a los orígenes, la historia del niño o la niña y su familia traerán consecuencias en la construcción de su identidad y por ende en la historia que él o ella podrá trazar.
Como adultos tenemos un trabajo ético: el recordar, el rememorar, el no olvidar. El contestar los cuestionamientos de nuestros niños y niñas por difíciles y dolorosos que como adultos nos parezcan ya que con nuestros recuerdos constituimos vínculos, el recordar nos une y constituye una memoria común, una memoria colectiva.
Es por esto que, el ejercicio de hacer memoria es imprescindible para conocer y reconocer nuestro pasado, estar en el presente y lanzarnos al futuro, ya que finalmente somos lo que recordamos.
La memoria en niños y niñas.
La memoria nos permite adquirir, almacenar y recuperar nuestras experiencias. La adquisición de éstas puede ser es a través de la mirada, la escucha, el olfato, el gusto, el tacto, entre otros. El almacenamiento y posterior evocación de nuestras vivencias pueden ser en palabras, imágenes, olores, colores, sonidos, sensaciones y emociones.
mamahijo (7)Generalmente, se cree que las guaguas, los niños y niñas no tienen memoria, ni emociones. Estas creencias se fundan en la imposibilidad de los adultos para recordar los primeros años de vida. Sin embargo, la bibliografía especializada, explica como la memoria se constituye desde el periodo de gestación.
Las guaguas, luego niños y niñas sí tienen memoria, sólo que es diferente a la que se presenta en la etapa de la adultez. Las células nerviosas que activan la memoria ya están desarrolladas en el tercer trimestre de gestación. Desde el nacimiento, las guaguas desarrollan la memoria de reconocimiento, la que actuará frente a olores, sonidos e imágenes. En el transcurso de los días y las semanas se establecerán rutinas, material que se utilizará para el desarrollo de la memoria a corto plazo, la cual comenzará con el reconocer a las personas cercanas, rechazar a las extrañas y entender algunas palabras. Desde los seis meses, las guaguas podrán recordar sin contextualizar sus recuerdos, sin lograr ubicar éstos en el tiempo y espacio dado que son categorías que aún no se han instaurado en esta etapa inicial de la vida.
Alrededor de los diez meses, comienza el desarrollo de la memoria de evocación que se refiere a la capacidad de recordar objetos que no están presentes. La guagua será capaz de encontrar un objeto que se haya escondido segundos antes. Esta capacidad está relacionada con la característica del desarrollo cognitivo del niño, la “permanencia de objeto” (Piaget, 1952). La guagua mantiene la imagen mental de una persona u objeto aunque éste no esté presente. Existe un clásico juego que ilustra esto y que las guaguas disfrutan muchísimo: “esta no está”,  donde él bebe logra simbolizar una desaparición, una pérdida, dar representación a la ausencia.
Al poder hablar, los niños y niñas comienzan a desarrollar la memoria a largo plazo. Esto es porque el lenguaje favorece la función de simbolización que colabora a su vez en la capacidad de recordar información por períodos más largos de tiempo. A los tres años aproximadamente,  podrán acordarse de hechos, personas, lugares o cosas importantes para ellos o ellas. Niños y niñas comenzarán a evocar y recordar fragmentos de su vida a través de imágenes, olores, colores, sonidos, sensaciones y/o emociones. Es así que gracias a la memoria serán capaces de crear su propia historia.


viernes, 23 de octubre de 2015

Marcha por la Crianza en Brazos organizada por mamás

Marcha por la Crianza en Brazos organizada por mamásMás de 20 mamás de Iquique celebraron el porteo marchando  y danzando con sus hijos e hijas en brazos. De está forma buscaron sensibilizar  a la población sobre los beneficios del uso del portabebé y que no se malcria a un niño/a por estar en brazos. Javiera Molina fue la precursora de esta actividad. Ella es una mamá voluntaria que apoya el uso del Mei Tai que entrega el Sistema de Protección Integral a la Infancia Chile Crece Contigo.
Compartimos con ustedes algunas fotos para que esta actividad sea un ejemplo que incentive a diferentes mamás y papás a lo largo del país que quieren aportar con su trabajo voluntario a apoyar el uso del Mei Tai.
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Juntos construyamos comunidades para promocionar una #CrianzaRespetuosa!

miércoles, 21 de octubre de 2015

Acompañar a mi hija-madre

Les compartimos la columna realizada por Soledad Moreno, miembro del Equipo Linea de ayuda para niños, niñas y adolescentes, Fundación ANAR.
Que tu hija adolescente se embarazara probablemente no era lo que querías. Es normal que los padres se enojen, sientan miedo por el futuro, se decepcionen o se entristezcan. Todo eso lo debe haber sentido también tu hija. Junto a esas sensaciones muchas veces también aparece la alegría, el orgullo, la esperanza, la ternura y la preocupación por ese nuevo ser humano que se está gestando. Porque si ser padres es un desafío, ser una mamá adolescente lo es aún más, así como lo es acompañar en el proceso a una hija adolescente.


mamahijo (2)La gestación involucra todo lo que somos: el cuerpo, las emociones y los pensamientos; todo se moviliza para dar lugar a un nuevo ser. Incluso el entorno cambia, ya que si bien es la mujer quién está embarazada, los que están alrededor acunan al bebé con sus cuidados, acogida y protección hacia la guagua y su madre. Los estudios indican que el estado emocional de la madre afecta directamente al bebé a lo largo de su gestación, así como los cuidados de su salud y alimentación. La madre en el proceso de vincularse y de cuidar a su guagua, va construyendo la arquitectura de su cerebro a muy temprana edad,  dándose un proceso indivisible entre el bienestar de la madre durante la gestación y el bienestar presente y futuro del bebé.

Es importante comprender que la gestación es un período sensible para cualquier mujer, que requiere contención, cuidado y protección del entorno, y más aún cuando se trata de una madre adolescente, que por la misma etapa vital que atraviesa, tendrá que enfrentar mayores desafíos, como responder a las presiones del entorno social y relacional (familia, escuela, comunidad), el temor a no estar preparada para hacerse cargo del bebé y el ajuste a roles difíciles de compatibilizar (hija, madre, estudiante), entre otros.
 ¡Ya puede escucharnos!”.
A continuación te presentamos algunas ideas para acompañar a tu hija en este proceso:

a) Contener emocionalmente: Tanto la gestación como la adolescencia son períodos de importantes cambios físicos y emocionales. Es normal entonces que tu hija pueda estar un día más sensible, más triste, enojada consigo misma, a ratos confundida o sentirse inútil o fea. En esos momentos, un abrazo, una palabra amable, sentarse a escuchar sin juzgar, o una pequeña atención como llevarle la once, pueden ayudarla a reconfortarse y recuperar su equilibrio emocional, disminuyendo el estrés y cuidando entonces también al bebé.

escolares (5)b) Acompañar la búsqueda de información y toma de decisiones: Con el embarazo se vienen mil dudas, sobre lo que está bien hacer o no, la salud del bebé, el futuro, el parto o cómo conciliar estudios y maternidad. También a veces hay que tomar decisiones que requieren información clara y veraz. En general, los adolescentes no quieren ni necesitan que se les diga qué o cómo hacer las cosas, pero si requieren alguien de confianza con quién conversar sus preocupaciones, dudas e ideas.  Puedes acompañar estando disponible para escuchar y ayudándole a buscar información confiable (no todo lo que hay en internet lo es), buscando diferentes alternativas y evaluando las ventajas y desventajas de ellas. Al conversar con tu hija evita la charla unidireccional (Tu hablar y aconsejas y ella escucha y obedece), ayúdale a irse conociendo con preguntas, que piense por sí misma, tomando sus propias decisiones ¿Qué quieres? ¿Qué es lo que te gusta de esta opción? ¿Qué pasará si…?

c) Ofrecer apoyo: Que tu hija sepa que cuenta contigo, y que estás interesada en su bienestar y el de su guagua. Pregunta ¿Necesitas ayuda en esto? ¿Cómo puedo apoyarte? Y luego ofrece sólo aquello que realmente estás dispuesta y puedes realizar. Si no puedes apoyar en algo ayúdale buscando juntas donde poder encontrar ese apoyo. “Como yo trabajo, podemos buscar una sala cuna que te ayude con el cuidado de la guagüita y así vuelves a estudiar”. Hay ayudas que pueden ser muy significativas a pesar de ser pequeñas, como “Descansa, yo termino esto por ti” o una vez que haya nacido la guagua ofrecerse a cuidarla para que ella pueda distraerse un momento.

d) Apoyar el vínculo: El vínculo comienza a generarse mucho antes del nacimiento.  Sin embargo, cuando el bebé no es deseado en un inicio, como podría ser el caso de una adolescente, el vínculo podría verse interferido por emociones de rechazo, ambivalencia o temores. Eso no significa necesariamente que la adolescente no quiera a su guagua, sino que requiere adaptarse a la idea. Puedes colaborar con el vínculo evitando especialmente poner el deber ser como exigencia “Tienes que…”, y favoreciéndole a que se conecte, ‘vea’ y sienta a su guagua. Para ello sirve escuchar sus latidos o ver su imagen en la ecografía, además de irse creando una imagen mental de la guagua y de ella cuidándolo. Ayúdale con comentarios como: “¿Qué nombre le quieres poner?” “¡Qué fuerte su corazón, escucha sus latidos!” “Cuando tu guagüita haya nacido, vamos a ir a ese lugar que tanto nos gusta” ¡Qué linda te vas a ver con tu bebé!  Asimismo, conocer el desarrollo embrionario por cada semana puede ir ayudando a crear esta imagen, y comentarlo juntas: “¡Ya es como la palma de tu mano! o ¡Le crecieron sus brazos y piernas!” “¿Por qué no le hablamos?

escolares (2)e) Permitirle seguir siendo hija y adolescente: Que sea madre no significa que es adulta, en otras áreas de su vida sigue siendo una niña que requiere la compañía, guía y apoyo de sus padres, así como también necesita de estructura y límites que la protejan. Necesitará seguir construyendo su identidad y adaptándose a los múltiples roles que debe cumplir, además de ser mamá. Este proceso puede ser muy demandante y necesitará tu apoyo para seguir juntándose con amigos, para elegir pareja, para continuar sus estudios, etc.

f) Permitirle ser mamá: Puede que la veas que es aún es muy pequeña o inmadura para ser madre y eso te tentará a suplirla en su rol, tomar las decisiones y hacerte cargo de tu nieto(a). Si le das espacio y apoyo verás que puede comprometerse con su hijo(a) y hacerlo bien. Siempre podrás estar presente a través de tus consejos, tu ejemplo y la forma en que ya la criaste a ella, ya que todos aprendemos a cuidar de acuerdo a cómo fuimos y somos cuidados. Deberás saber y aceptar que habrá cosas que querrá hacer diferentes, y está bien que así sea, siempre que no pongan en riesgo al bebé. Recuerda que no hay una sola forma de criar y confía en tu hija.

Y finalmente, permítete a ti disfrutar este período, a pesar de las dificultades. Alégrate de los avances de tu nieto(a) y de tu hija, acompáñense en las dudas y sigue compartiendo con tu hija, lo maravilloso del proceso de tener hijos y criar.



lunes, 19 de octubre de 2015

Seis mil horas menos de lo recomendado juegan niños y niñas chilenos

Seis mil horas menos de lo recomendado juegan niños y niñas chilenosJuego y aprendizaje van de la mano. El juego es una de las actividades más importantes para el desarrollo saludable de tu hijo o hija. Al jugar, desarrollan las habilidades para moverse, recordar y aprender a relacionarse con otros.
Sin embargo, un estudio concluyó que de un total de 15 mil horas que un niño debería jugar hasta los siete años,  en Chile los niños y niñas jugarían  seis mil horas menos ¿Qué podemos hacer como papá, mamá o cuidador?
Aprovecha las actividades diarias para hacerlas un juego. Ayuda a tu hijo o hija a desarrollar sus propias historias y usar su imaginación.
Usa objetos o juguetes que potencien el juego imaginativo. La arena, el agua o los materiales para dibujar ayudan a desarrollar la creatividad.
Convierte un paseo en una aventura para aprender. Muéstrale y háblale sobre lo que ves y trata de que tu hijo o hija reconozca y repita lo que ve.
Jugar no es un trabajo, se trata de pasar un momento de diversión y emoción para compartir con tu hijo o hija. Puede ser en cualquier momento y lugar. Muchos momentos cotidianos pueden transformarse en juego. Relájate y diviértete. ¡El juego también es bueno para ti!
Dale a tu hijo o hija oportunidades para descubrir, experimentar, comunicarse y aprender.
Los niños y niñas crecen a través del juego: aprenden a usar sus músculos, coordinan lo que ven con lo que hacen y adquieren dominio de su cuerpo.
mamahijo (30)

Busca oportunidades para jugar en familia y pasarlo bien. Basta un poco de imaginación y ganas de compartir
Para más información, te invitamos a escuchar el programa de radio de Chile Crece Contigosobre la importancia del juego y la estimulación temprana en la primera infancia para un desarrollo saludable


jueves, 15 de octubre de 2015

Durmiendo con nuestros niños, el "colecho".

Les compartimos un interesante articulo sobre el "Colecho" desde el Blog de la Doctora mamá.

El Colecho, traducción latinizada de la palabra en inglés Co-sleeping, consiste en dormir con nuestros hijos en la misma cama, pudiendo ser desde que nacen hasta que el niño decide que quiere dormir solo en su propia cama. Es una opción muy personal de cada familia, que tiene sus ventajas y no está libre de condiciones.

Es algo que defienden (defendemos) los padres pro “Crianza con Apego”. Es una práctica ancestral, practicada por toda la especie animal. Todas las crías duermen junto a su madre por instinto, para tener siempre a la mano el pecho para mamar, para refugiarse del frío o del peligro. ¿Por qué privar de eso al bebé humano? Pues bien, esto de separar al bebé en otra cama u otra habitación es una práctica completamente occidental.


En mi familia practicamos el colecho y cuando se lo he contado a otros familiares, amigos o pacientes, he recibido diversos tipos de comentarios: algunos te miran con cara de: “¿Pero cómo se les ocurre? ¡Qué peligroso!, ¿Cómo van a meter al niño en su cama?”. Otros que lo hacen y temen decirlo por vergüenza o por si van a ser criticados, quedan muy sorprendidos. Y otros que te dicen “orgullosos” que ellos hacen colecho, como si pertenecieran a una especie de tribu “antisistema”.

Partimos practicándolo con un poco de temor, pero buscando estudios y publicaciones relacionadas con "Co-sleeping and SIAD" (traducido al español como "colecho y Síndrome de Muerte Súbita del Lactante") es que finalmente nos convencimos de que los beneficios eran superiores a los riesgos. Y el sólo hecho de ver a mi bebé solito en su cuna, con el frío entumecedor que hace ahora en invierno, es que me llevó el instinto a querer acostarlo en nuestra cama para abrigarlo y cobijarlo con amor de mamá. Si a los adultos nos gusta dormir acompañados, supongo que a los bebés también les debe gustar. Y en base a eso, a todos les digo lo mismo: es algo natural e instintivo, pero simplemente es una opción, y como todo en temas de crianza, no existe una pauta o regla obligatoria a seguir. Si durmiendo juntos, descansan los padres y lo hace el niño, estupendo. Si no es así, entonces hay que buscar la opción de cómo descansar todos bien, durmiendo el bebé en su cuna.

Uno de los principales temores de los padres a la hora de decidir si practicar o no el colecho es su relación con la muerte súbita del lactante. En cuanto a eso, no hay estudios concluyentes al respecto. Algunos estudios dicen que si los padres tienen un claro sobrepeso no es recomendable hacer colecho y que no es aconsejable el colecho si alguno de los padres es fumador. Pero en este caso el consejo no es que no hagan colecho, sino que dejen de fumar. 
Se recomienda que para evitar la muerte súbita del lactante, se use un colchón firme (que no se hunda con facilidad) y no usar almohadas, frazadas pesadas ni demasiada ropa de cama. Esto por dos motivos: por el riesgo de asfixia por sofocación y porque algunos estudios revelan que los bebés regulan su temperatura corporal mediante la región abdominal (motivo por lo que tampoco es recomendable que los bebés duerman boca abajo) y al tenerla abrigada en exceso, esta regulación se vería afectada.

Como les decía anteriormente, esto de que el niño duerma solo es una costumbre occidental. En Oriente donde es una práctica muy común, los índices de muerte súbita son casi nulos. Es más, por ejemplo en China, en las revistas dedicadas a la investigación médica no hay un nombre para traducir “Síndrome de Muerte Súbita del Lactante”.

En cuanto a los beneficios, hay descritos muchos, entre ellos podemos mencionar que favorece la lactancia materna ya que la madre y el hijo, al estar juntos, pueden acceder a ella más rápido y fácilmente durante la noche. Si bien puede que el niño despierte más veces a mamar, las mamadas son más cortas y ambos pueden conciliar el sueño rápidamente. Para algunos padres, el sueño es más reponedor, ya que se levantan menos veces en la noche a verificar si el bebé se encuentra bien.

Ahora bien, el colecho implica también cierto grado de compromiso de nosotros como padres hacia el niño. Ellos se adaptan con facilidad a los cambios en general, pero a veces, en cosas que afectan al sueño, alimentación o afecto es más difícil. En cuanto al sueño, como en cualquier ámbito, es responsabilidad de los padres hacer las elecciones pensando a largo plazo. No tenemos derecho a someter a los niños a nuestro continuo cambio de humor. Si elegimos el colecho, sobretodo si decidimos mantenerlo más alla de los 6 meses, tenemos que plantearnos que estamos adquiriendo un compromiso al que debemos responder todas las noches. Si unas noches permitimos al niño que duerma con nosotros y otras no, el niño no lo va a entender, y van a aparecer los problemas.
Para tomar esta decisión, deben tener en cuenta varias cosas:
  1. Si los padres no descansan bien con su hijo en la cama, a la larga el agotamiento pasa la cuenta. Una cuenta que también paga el niño al convivir con unos padres agotados y de mal humor. Si duermen bien con él, esto no es un problema. Pero no hagan del colecho un “sacrificio” metíendolo en la cama. Cuando ese es el planteamiento, el sacrificio acaba afectando siempre al niño.
  1. Evidentemente tener un niño en la cama limita la capacidad de tener relaciones de pareja. Pero como dicen algunos defensores del colecho: “¿Dónde está escrito que sólo se pueda hacer el amor de noche y en la cama?”. Aún así, es algo a tener en cuenta y que sea consensuado por los dos miembros de la pareja, para evitar que luego sea una fuente de conflicto.
  1. Si no están dispuestos a mantener esa situación hasta que el niño decida dormir solo por sí mismo, al final van a tener que "enseñarle a dormir sólo“. Y es más fácil y menos traumático para el niño cuanto antes se haga. Lo importante es que el niño siga durmiendo con los padres hasta que él lo decida.

Como lo dije al comienzo del artículo, en temas de crianza no hay nada escrito. La opción es personal y debe ser tomada, sea cual sea la elección, con responsabilidad. A modo de opinión personal, yo lo considero una práctica muy linda y la seguiré practicando hasta que mi hijo de dos meses lo permita. Mi hija mayor de 5 años hace bastante tiempo que lo dejó, pero de vez en cuando nos pide dormir juntos para “recordar viejos tiempos”.





martes, 13 de octubre de 2015

Abraza tu Mundo

Amigos, Amigas y Redes de Chile Crece Contigo:
Abraza tu mundoYa nos despedimos de la Semana Internacional de la Crianza en Brazos.
El lema escogido para esta semana fue “Embrace Your World” (“Abraza Tu Mundo”). Qué significativo este mensaje, pues portear a nuestros hijos/as es precisamente eso:  la mejor manera de abrazar nuestro mundo.D-12 Mei tai usado de costado05

Ya lo hemos dicho en otras ocasiones: La cercanía de los niños/as con sus padres es fundamental y el porteo es una excelente forma de brindar la seguridad y los estímulos que enriquecen el desarrollo neurobiológico de tu guagua, ya que todos sus sentidos se activan cuando la cargas en brazos.
Al portear a nuestras guaguas les permitimos relacionarse con el mundo a través de nuestros ojos, desde nuestra altura, sentir nuestra respiración, frases y caricias.  También le das confianza, porque se siente acompañada, disminuyendo la posibilidad de llorar, ya que se siente contenida, fortaleciendo una base emocional segura y estable que la beneficia en su independencia posterior.
Portear trae múltiples beneficios para ti y tu guagua. Te permite hacer otras cosas, andar en transporte público, ir con nuestros hijos mayores, pero sobre todo, nos permite conectarnos profundamente con esa personita que está a solo centímetros de nosotros/as. Sentir su olor, su calor, contarles lo que estamos viendo y hacerle cariñito constantemente.  Qué rico también para nuestras guaguas que estuvieron  nueve meses protegidas en el vientre de su mamá,  seguir sintiendo esa conexión
Para más información te invitamos a revisar nuestra cartilla educativa,



Equipo Chile Crece Contigo

viernes, 9 de octubre de 2015

Jugando a la hora del baño

Columna por:
Carolina Gaete 
Psicóloga Equipo Fonoinfancia, Fundación Integra


Resulta fácil reconocer a la guagua como un ser sensible cuando se enfrenta a la hora del baño: la piel desnuda que reacciona ante la temperatura del ambiente, el cuerpo que se agita sintiéndose liberado de la ropa, el rostro que gesticula al contacto del líquido con el que toma contacto, la mirada que busca aspectos ya reconocidos para tener la suficiente seguridad que permita explorar en este ambiente distinto, etc. Si el baño es una actividad agradable, la guagua ríe en voz alta, emite gorjeos y arrullos, repite sonidos y gesticula, frunce el entrecejo o mueve los labios.

En este contexto, distintas personas significativas de la familia pueden intervenir acompañando al niño o niña en su aventura acuosa. Además de irle diciendo al niño o niña lo que le ocurre o cómo se está sintiendo, pueden masajear con suavidad partes de su cuerpo mientras las va nombrando. También pueden alentar con palabras, miradas y gestos que la guagua patalee en el agua o simule caminar en ésta.


Estas experiencias de encuentro con el propio cuerpo, encuentro mediado por otro significativo – requieren hacerse con la tranquilidad necesaria, con el tiempo suficiente y siempre alimentado por la palabra y la mirada que propicien el reconocimiento del niño y la niña como un sujeto, como un ser con necesidades y deseos propios.

¿Se puede hacer esto? Veamos algunas ideas de juegos a la hora del baño que se hallan en la misma línea que hemos revisado. Lo bueno de estos juegos es que, como verán, no son difíciles de hacer y no resultan caros (no necesitamos en este aspecto ni en muchísimos otros, recurrir a sofisticados artículos que el mercado nos quiere hacer comprar):

El baño de espuma (para los 3 primeros meses).


Sólo necesita, además del agua, un jabón líquido infantil. Agite el agua para que surja la espuma. Sujete bien la guagua dándole seguridad. Siéntele para que pueda chapotear y jugar con la espuma. Mientras le lava le puede cantar, nombrar las partes de su cuerpo, aludir a la espuma que se ha formado, etc.

Baño de lluvia (de 3 a 6 meses).


Necesitará una botella plástica que previamente haya agujereado. Llene la botella con agua de la bañera. Levante la botella para que el niño o niña vea cómo sale el agua por los agujeros. Suavemente ponga la botella sobre su cuerpo para que le haga cosquillas. Si es más grande y el juego le gusta puede poner la botella sobre su cabeza para darle un baño de lluvia.

Paseo acuático (de 3 a 6 meses).


Llene la bañera con agua tibia. Meta al niño o niña despacio en el agua. Permita que vaya reconociendo sensaciones al contacto con el agua. Cuando esté preparado para el paseo acuático agárrele por el abdomen con las dos manos y muévale por la superficie del agua con la cabeza por encima. Puede imitar el ruido de un motor mientras lo desplaza. Recuerde que debe descansar entre un paseo y otro y estar atento a  sus reacciones o muestras de incomodidad, ciertamente no forzar.

Palacio de hielo (de 6 a 9 meses).


La idea es congelar agua en distintos recipientes. Para tal efecto sirven cubeteras, globos pequeños, cajas de leche individual, etc. Ponga agua a congelar con algún colorante, por ejemplo el de la jalea puede servir. Una vez llegado el momento de bañarse ponga los cubitos de colores en la bañera y deje que el niño o niña los tome o simplemente vean cómo flotan. Quite el plástico de los globos congelados o rompa los envases de cajitas de leche para tener bloques de hielo de distintas formas. Puede poner objetos de plástico sobre estos bloques de hielo. Mientras dure la experiencia no deje de preguntarle qué siente y de interpretar lo que está sintiendo.

Flota o se hunde (de 6 a 9 meses).

Necesitará objetos que floten tales como jabón, juguetes de plástico, lápices, botellas vacías, esponjas etc. Y objetos que se hundan como piedras, cucharas, cascabeles, un llavero, etc. Una vez que la guagua ha entrado en la bañera meta un objeto que flota y háblele al respecto. Al cabo de un rato ponga un objeto que se hunda y diga “mira cómo se hunde”. Vaya alternando los objetos para que no pierda el interés y deje que la misma guagua los eche en el agua.

Esponjas (de 9 a 12 meses).

Necesitará esponjas de distintos colores y tijeras. Recorte las esponjas con formas sencillas. Llene la bañera y meta la guagua al agua. Eche las esponjas al agua y deje que las examine. Al cabo de un rato tome una esponja y apriétela contra la pared de la bañera. Cuando escurra el agua se quedará pegada como por arte de magia. Adhiera más esponjas para que las vaya despegando. Hable, por ejemplo, de la forma de las esponjas mientras juega con ellas.

Arte corporal (de 12 a 18 meses).

A medida que crece el niño o niña se interesa más en su cuerpo. Pasado el año de vida podrá disfrutar este juego. Se necesita pintura corporal sin sustancias tóxicas de diferentes colores. Llene la bañera con agua tibia e introduzca al niño o niña. Coloque un poco de pintura en sus brazos. Extienda el color con los dedos y anímelo para que imite esto. Aplique otros colores en las manos, las piernas, los pies, el cuello, los hombros, deje que se extienda la pintura y luego quítesela para jugar de nuevo.

Cualquiera sea el juego a explorar, nunca deje solo al niño o niña en la bañera o tina, aun cuando se encuentre en una silla o plataforma.


Todas estas experiencias lúdicas han sido tomadas del libro “Tu bebé juega y aprende” de Penny Warner. Son, ciertamente, un ejemplo, no una receta o un modelo único.Usted puede encontrar también un juego propio que será perfecto. Lo importante es recordar que cuando hace esto está haciendo algo mucho más profundo que asear o distraer a un niño o niña. Está dándole un lugar para que se reconozca como sujeto. Todo a través de este baño de palabras y miradas.


miércoles, 7 de octubre de 2015

Semana internacional de la crianza en brazos

Esta semana se celebra la Semana internacional de la crianza en brazos, motivo para que todas las mamás, papás y cuidadores salgamos con nuestros hijos e hijas en su mei tai y mostremos al país los beneficios del porteo.
La cercanía de los niños/as con sus padres es fundamental y el porteo es una excelente forma de brindar la seguridad y los estímulos que enriquecen el desarrollo neurobiológico de tu guagua, ya que todos sus sentidos se activan cuando la cargas en brazos.
porteo-2Al portear a tu guagua le permites sentir el movimiento y el contacto físico, ayudándola a desarrollar la vista, el olfato, el tacto y la audición. También le das confianza, porque se siente acompañada, disminuyendo la posibilidad de llorar, ya que se siente contenida, fortaleciendo una base emocional segura y estable que la beneficia en su independencia posterior.
El sistema de porteo es tan cómodo que las guaguas incluso pueden dormir y ser amamantados/as con tranquilidad mientras el adulto hace sus actividades. Asimismo, los portabebés son muy útiles cuando necesitas salir con tu guagua y utilizar transporte público, subir escaleras o simplemente necesitas hacer cosas en la casa y tu guagua no quiere estar sola.
Es por esto que Chile Crece Contigo  garantiza un Portabebé Tipo Mei Tai a todos los niños y niñas que nacen en los hospitales de la red pública de salud. El portabebé es uno de los implementos que se entregan a través del Programa de Apoyo al Recién Nacido, conocido como ajuar.
Revisa todos los vídeos que tenemos disponible para que aprendas a usar tu Mei Tai. No te quedes fuera de sus beneficios por no saber usarlo :)

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martes, 6 de octubre de 2015

5 ideas infalibles para entretener al bebé y estimular su creatividad


Los bebés recién nacidos suelen dormir una media de entre 16 y 18 horas al día en intervalos de 3 o 4 horas, pero a partir de las 6 semanas de vida empezarán a dormir durante períodos más cortos y ligeros por el día y más largos y profundos por la noche.
Durante el tiempo que permanece despierto, el bebé comenzará a comunicarse a través de la sonrisa en respuesta a algunos estímulos como puede ser una voz que le resulta familiar, la cara de su mamá, algún sonido agradable... Es el momento de aprovechar esa curiosidad innata de tu bebé y estimular su creatividad para entretenerlo. Aquí tienes cinco ideas para conseguirlo:


Sentadito en la hamaca.

Tu bebé está despierto, ha comido y ya le has cambiado el pañal. Se muestra tranquilo y seguro cuando te siente cerca de él y cada vez notas que se interesa más por el medio que le rodea. Esa necesidad innata de aprender y de explorar lo desconocido será más placentera si puede comunicarse contigo a través de una sonrisa o emitiendo sus primeros sonidos. Si tu respuesta es agradable y cercana animarás más a tu bebé a que siga experimentando con los objetos que pueda tener cerca, la música que esté escuchando o el paisaje que esté admirando en ese momento.
Bebecreativo2Para que puedas estar el mayor tiempo posible cerca de tu hijo y puedas ser testigo de sus pequeños hallazgos, siéntalo en la hamaca Balloon de Chicco y llévalo contigo a cualquier estancia de la casa. La hamaca contiene una barra de juegos con tres simpáticos colgadores y un sistema extraible de luces de colores, melodías divertidas, nanas relajantes y sonidos de la naturaleza que puedes colgar luego en su cunita. Además permite grabar un mensaje personalizado de unos 30 segundos de duración pues para tu bebé no hay melodía más bonita que la que produce tu voz.
Podrás colocar a tu bebé en esta hamaca desde el primer día de vida hasta los 6 meses de edad gracias a su reductor especial para recién nacido y al reposacabezas reclinable en tres posiciones. El respaldo es reclinable en 4 posiciones. Si lo prefieres, la hamaca puede convertirse en un balancín y dispone de un sistema de vibración perfecto para calmar a tu bebé. Se puede plegar quedándose super plana y compacta, y tiene unas asas laterales para poder transportarla con facilidad.

Experimentando diferentes texturas.

Sentadito en la hamaca puede seguir descubriendo el mundo mientras escucha las melodías, juega con los colgadores o se relaja con el modo vibrador. En este momento también les resulta muy enriquecedor y de lo más entretenido experimentar con tejidos de diferentes texturas, materiales o grosores. Estamos hablando de objetos tan simples y cotidianos como pueden ser diferentes telas, botellas de plástico, tapas... en definitiva, objetos de diferentes formas con diferentes agarres y lo suficientemente grandes para que no pueda llevárselos a la boca.

Libertad de movimiento.

En cuanto tu bebé acorta su sueño diurno, permanece más tiempo despierto y es capaz de coordinar mejor sus movimientos es el momento de sacar la alfombra de juegos. Si está despierto, la posición idónea es boca abajo para que pueda ejercitar los músculos del cuello y de los brazos mientras se entretiene con este juguete lleno de estímulos luminosos, sonoros y de diferentes texturas. Si prefiere estar en posición supina, podrá jugar con los módulos colgantes, cambiándolos de sitio y creando escenarios nuevos.
Bebecreativo3

Descubriendo nuevos objetos.

Tanto si tu bebé está sentado en la hamaca como si está tumbado en la alfombra de juegos, puede seguir experimentando con los objetos clásicos que todo bebé tiene. Por ejemplo, una pelota blandita de colores llamativos le servirá para empezar a distinguir colores y formas. También es divertidísimo darle un espejo de plástico y estar presentes en el momento en que el bebé se reconoce a sí mismo a través de él.
El sonajero es uno de los primeros juguetes que se le da a un bebé. Si tiene un sonido agradable servirá para relajarlo y aunque no sea capaz, en un principio, de cogerlo y hacerlo sonar, a partir de los 5 meses empezará a ser consciente de que el sonido lo crea él al agitarlo.
El mordedor podría encuadrarse dentro del grupo de juguetes o entretenimiento cuando tu bebé lo utilice para metérselo en la boca y experimentar con la textura. Lo ideal es que sea refrigerante, así cuando empiece a la dentición, el frío actuará como analgésico y relajante.

Su juguete favorito: papá y mamá.

Como decíamos al principio del artículo, a las pocas semanas de vida, el bebé es capaz de comunicarse con su medio a través de sonrisas y sonidos. Desde muy pequeñito, reconocerá la cara de sus papás e intentará transmitirles sus nuevos descubrimientos pues con ellos se siente protegido y feliz. Aunque hay muchas maneras de entretener a nuestro bebé, su favorita es la de dedicarles un poco de tu tiempo.
Sonríele, juega a cubrir y descubrir tu cara, ensaya caras con diferentes estados de ánimo, paséalo por lugares diferentes, cántale canciones, báñate con él, déjale descubrir diferentes olores y en cuanto empiece a comer sólidos, permítele experimentar con los sabores y las texturas. Y no te olvides de tener siempre a mano tu cámara de fotos y de vídeo para inmortalizar esos momentos. ¡Son irrepetibles!




FUENTE: Bebe y mas

lunes, 5 de octubre de 2015

¿Qué es el apego y cómo podemos fomentarlo con nuestros hijos/as?

Les compartimos esta interesante columna realizada por Felipe Lecannelier Acevedo sobre la importancia del apego y como fomentarla con nuestros niños.

"El apego es la relación afectiva más íntima, profunda e importante que establecemos los seres humanos. Este apego afectivo se caracteriza por ser una relación que es duradera en el tiempo, suele ser estable, relativamente consistente, y es permanente durante la mayor parte de la vida de una persona. Ejemplos de relaciones de apego son las que se desarrollan entre las parejas y entre los hijos e hijas y sus madres/padres (y a veces entre profesionales y sus pacientes y/o alumnos). Aquí nos centraremos en el apego entre los hijos/as hacia sus madres/padres.

En la actualidad se considera que el apego es uno de los aspectos más importantes en el desarrollo de los niños, debido a las siguientes razones:
  • Primero, el apego es una necesidad biológica que todos los seres humanos tenemos (de igual importancia que comer o respirar), esto quiere decir que los niños (y los adultos) necesitan vivir vinculados a otras personas que los cuiden y los quieran.
  • En segundo lugar, el apego es importante porque es el “espacio vital de crecimiento del niño”, es decir, que la calidad del apego que reciba el niño/a va a influir en cómo se comportará y desarrollará en el futuro.
  • Finalmente, el apego es lo que da al niño un sentido de seguridad, autoestima, confianza, autonomía y efectividad para enfrentar el mundo, de acuerdo a la calidad afectiva que reciba de sus padres.

Teniendo en cuenta todas estas razones, es muy importante aclarar que el apego no incluye todas las instancias de crianza y relación que se establecen con el niño/a. El apego se forma específicamente en aquellos momentos donde ellos sienten o expresan algún malestar (sea porque se sienten solos, están enfermos, se hicieron daño, etc.) y el modo cómo los padres calman ese malestar.
De una forma más clara y directa es posible afirmar entonces que la calidad del apego que los hijos establecen con uno está determinada por el modo como se suele calmar los diversos malestares que pueden sentir o vivir. Si por ejemplo, un niño se cae, llora, y los padres lo retan, o si a un bebé se lo deja llorar por mucho tiempo, o si se deja solo a un niño o niña por largos periodos, entonces todos esos son modos que no calman al niño, sino que lo dejan con más malestar (y por ende, son modos inadecuados de establecer apego). Por lo tanto, el apego es una relación afectiva estable, duradera, íntima que determina en gran parte el desarrollo presente y futuro del niño/a, y que se forma en los miles de momentos en donde un infante expresa su necesidad de ayuda y lo que los padres hacen con ese malestar.
Desde este punto de vista, inevitablemente surgen muchas preguntas e interrogantes sobre el modo más adecuado de cuidar y calmar a los niños.

Históricamente, los padres y madres hemos recibido muchos consejos y guías que se contraponen con lo que las investigaciones en apego han demostrado. Algunos de estos mitos de la crianza son:
  • el apego sólo se forma con contacto piel a piel en el momento del parto: si bien este momento es muy importante para el desarrollo del niño y el desarrollo del vinculo con la madre, ha sido un error pensar que aquellas madres que lo hacen tendrán buen apego y las que no lo hacen no lo tendrán. El apego no se forma en un solo instante de minutos u horas, sino en el día a día de la relación con el niño, desde el nacimiento hasta la adultez.
  • las instancias de juego son las principales para formar un apego sano: el juego es una instancia vital para el desarrollo del niño, pero no tiene sentido jugar si por otra parte, no se los suele calmar y apoyar cuando lo necesitan. Algunos padres y madres sólo interactúan de modo positivo con los niños en el juego, pero no los calman adecuadamente cuando les pasa algo negativo.
  • la lactancia es otra de las principales instancias para formar un apego sano: aunque nadie duda de los impresionantes beneficios de la leche materna, es un error pensar que solo se hace apego en este momento ya que tal como se ha mencionado el desarrollo del apego es una actividad diaria y continua referida a calmar el stress de los niños.
  • a los bebés y niños/as no se les debe tomar siempre en brazos, de lo contrario se mal acostumbrarán (y mal criarán): los estudios han mostrado lo contrario. Aquellas madres o padres (o cuidadores importantes para el niño) que suelen siempre calmar al niño, darle contacto afectivo y físico continuo, suelen tener niños “mejor comportados”, mas calmados (y menos descontrolados). El contacto físico constante da seguridad al niño, y lo protege de futuros problemas afectivos y conductuales.
  • si a un niño se lo consiente en todo, se “mal criará”: los niños que se tildan de “mal criados” no es porque se les da todo, sino porque los padres en algunas ocasiones les dan todo, pero en otras cambian su conducta de modo inconsistente, es decir el niño/a se confunde y se siente inseguro del cariños de su padre y madre. Si a un bebé o niño se le da todo en términos de cariño, se le está enseñando a confiar, querer y comunicarse con los otros (y a calmarse a sí mismo).
  • los bebés tienen que aprender a ser independientes desde temprana edad (dormir solos, jugar solos, aprender a estar solos, etc.): los bebés no están biológicamente preparados para aprender a estar solos (¡ningún ser humano lo está!). Entonces, cuando se busca que los niños sean independientes a temprana edad, en el fondo lo que se está haciendo es fomentar su soledad, y su falta de confianza en el cariño de los padres. De a poco hay que ayudarlos a desarrollar su autonomía, pero estando siempre atentos a apoyarlos.
  • cuando un bebé o niño hace una pataleta se la debe ignorar: los estudios son claros en mostrar que cuando se hace eso, el niño aumenta mas su rabia, frustración, y por ende, no solo hace mas pataletas, sino que siente rencor hacia sus padres (si esto se hace de un modo relativamente continuo).


En conclusión, la importancia del apego en la crianza nos dice que tenemos que entregar todo el cariño, afectividad, contacto físico, que podamos a los niños. Es de ese modo como ellos aprenderán a enfrentar el mundo de un modo adecuado.

Es importante tener en cuenta ciertas habilidades fundamentales que pueden ayudar a fomentar un apego sano con los hijos. Más de 30 años de estudios han mostrado que son 4 las habilidades fundamentales que se deben tratar de aplicar de un modo secuencial:
  • Atención: aquí se refiere a la habilidad básica de atender, contactarse afectivamente y comprometerse con el desarrollo del niño.
  • Mentalización: esto se refiere a la habilidad de saber empatizar y comprender lo que le está ocurriendo a un niño (especialmente en momentos de stress. Esto implica no criticar ni inferir intenciones negativas en el niño “el es un manipulador”; “ella es agresiva y le gusta pelear”), sino más bien hacer el esfuerzo por comprender qué está tratando de expresar un niño con su malestar (“se enojó porque quiere que lo tomen en brazos”).
  • Automentalización: aquí se refiere al proceso de entender qué le pasa a uno como padre y madre cuando los niños/as expresan cosas negativas. Es decir, entender que muchas veces solemos culparlos de cosas que nos molestan a nosotros.
  • Regulación: por último, lo anterior no tiene sentido si es que uno no se tranquiliza y enfrenta al niño/a de modo que se calme y disminuya su malestar (no que lo aumento). Son muchas las cosas que los padres hacemos que dejan al niño más estresado y molesto. Debemos estar atentos para esforzarnos y mejorar en esto.

Es muy recomendable ensayar estas habilidades como una actitud frente a la crianza de los niños y niñas (especialmente cuando ellos se sienten mal, independiente de la razón).

Por último, si se hace una siglas con el nombre de cada una de estas 4 habilidades, tiene que en el fondo desarrollar el apego es A.M.A.R a los hijos e hijas".


Ps.Felipe Lecannelier Acevedo.
Director del Centro de Estudios Evolutivos e Intervención en el Niño (CEEIN).
Universidad del Desarrollo



FUENTE: Chile Crece Contigo